Siuil, siuil, siuil a ruin
Siuil go sochair agus siuil go ciuin
Siuil go doras agus ealaigh liom
Is go dte tu mo mhuirnin slan
Siuil go sochair agus siuil go ciuin
Siuil go doras agus ealaigh liom
Is go dte tu mo mhuirnin slan
-¿Sabes, Luz? Apareció una noche como otra cualquiera, cuando dormía. Tomó el corazón del pobre diablillo entre sus manos como un tierno pájaro, y llamó a la puerta cada noche a partir de ahí. Sueño con ella casi siempre. Llámalo infantil Luz, pero lo notaba en cada una de sus caricias, como cuando tus rayos calientan la hierba y la tierra antes del alba, casi adormeciéndola de nuevo. La noto tan palpable y cálida como siempre. Con sus ojos capaces de atravesarlo todo, la almibarada mezcla de su candor. Era más divertido que jugar a doblar las cañas de azúcar o robar a los granjeros sus campos de trigo.
Bueno, tú no lo sabes, no es posible contar con palabras cuando notas cómo uno a uno tus sueños vuelven a ti.
¡Dioses, quiero aprender a sonreír así! ¡Quiero que haya siempre más de cuatro estaciones!
Una piedra caída del cielo. Con los dedos garabateó su nombre en el aire, lo cogió con las manos y lo lanzó a las aguas cristalinas del río. Cerró los ojos un segundo y tomó aliento. Sus puntiagudas orejas captaron el armonioso canto de los pájaros, la travesía del agua sobre las piedras, y hasta la pausada caída de una hoja...