Manifiesto

Necesito follar porque me parece el único acto sensato de protesta en este asqueroso mundo. Necesito follar porque es la única forma que existe de establecer una comunicación sensorial completa con el mundo. Necesito follar, porque el cuerpo no obtiene placer de otra forma más que a través del sexo.

Porque el cuerpo necesita caricias, necesita sentir otra piel próxima. Mi cuerpo lo necesita. Necesita cualquier cuerpo, pero puestos a elegir, prefiero el imponderable cuerpo de A.. Necesito follar porque es la única verdad de este mundo asqueroso dominado por una moral repugnante que no considera obscena la última película de Mel Gibson en la que sólo hay sufrimiento y dolor, y sí considera obsceno ver cómo Linda Lovelace se traga la inmensa polla de Harry Reems. Necesito follar, porque el sexo es amor.

Necesito follar, porque la vida se acaba, el tiempo se nos agota y no hemos hecho nada significativo por nadie, ni siquiera por nosotros mismos. Me gusta follar porque me gusta mi cuerpo y me gusta el cuerpo de los demás. Me gusta follar porque me gusta la intimidad que dan unas sábanas, una lámpara a media luz.

Me gusta follar porque cuando se folla casi todo lo que se dice es bonito. Me gusta follar porque no hay ningún acto más puro que follar, por eso se le desprecia tanto. Follar da libertad, despierta la imaginación. Follar con alguien que te guste de verdad, follar con pasión, es como comer en un restaurante de algún chef prodigioso, es como beber un Chateau Rotschild del 64, es como fumar un Montecristo en una playa al anochecer. Follar es lo único que nos diferencia de un animal. Follar por placer es revolucionario, casi anarquista.

Extracto del Diario de Raquel