La magia



La poción casi ha acabado. Un abrasador armazón de llamas baila sobre la leña

'Había absorbido las palabras arcanas, la armonía del compás en cada sílaba. Las mangas de la oscura túnica ondeaban con el aire, al tiempo que la magia brotaba como agua clara a través de las runas grabadas a fuego y plata en las manos del nigromante. No había gatos. No había aromas extraños. No había modo alguno que distrajera su atención

Sin embargo el veneno sangraba por sus labios. Su tálamo había caído bajo una tiranía maldita y cautivadora, y ya no era capaz de doblegar la Urdimbre. Abrió su viejo grimorio con el Ars Magna grabado sobre la tapa, y pasó las hojas... buscaba un hechizo contra sus ojos de sándalo

Zarpazos contra la nube, contra la máquina. Caóticas briznas rojas quemaban la madera bajo la marmita'



Las lunas han salido para alumbrar la carcomida corteza de un bosque níveo, sayo para la azada. Lugar por donde han de pasar los muertos caminando hasta Khárôn, con dos monedas. Con una pagan para cruzar al otro lado, y lanzan a sus lúgubres aguas la otra... donde grabaron tu nombre

Laura María